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Cáceres fue priorizado dentro de las Zonas Futuro en el Bajo Cauca

El municipio de Cáceres es una zona donde la violencia ejercida por las bandas criminales ha golpeado a sus humildes habitantes lo que ha llevado a que las instituciones educativas, las vías y la inversión social se alejaran por varios años. Entendiendo este panorama, el Gobierno Nacional priorizó esta localidad para invertir en proyectos del bajo cauca para remediar de alguna manera esta carencia de servicios.

El anuncio lo hizo Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz quien estuvo de visita en Cáceres donde instaló el nuevo Comité Territorial Zona Futuro del Bajo Cauca y Sur de Córdoba. Allí anunció que se habilitaron 80 becas educativas para jóvenes de la localidad y motivar a esta población a dejar la alternativa ilegal por la preparación personal.

Proyectos muy concretos de infraestructura, mejoramiento vial, educación también fortalecimiento del tejido social, trabajo con los jóvenes. También anuncie que se ofertó 80 becas para carreras técnicas para los muchachos de Cáceres”, destacó el alto funcionario.

El comisionado también explicó que la iniciativa pretende impulsar la economía local con el apoyo de la siembra de proyectos forestales de uso comercial e iniciar la migración de la economía criminal a la legal. Se espera que en unas pocas semanas inicien la implementación de los proyectos recalcó el alto funcionario.

Fuente: http://bit.ly/2Px0DSh

4 personas fueron asesinadas en Cáceres

Cuatro personas, al parecer trabajadores de una finca, fueron asesinados por integrantes de un grupo armado ilegal en zona rural del municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño.

Los hechos, según conoció EL COLOMBIANO, ocurrieron ayer en la noche luego de un combate entre los Caparros y el Clan del Golfo en una finca conocida con el nombre de Rincón Santo, ubicada en la vereda Manizales de Cáceres.

Al parecer uno de los grupos se retiró de la zona y los armados que quedaron en la finca, que aparentemente fueron los del Clan del Golfo, ingresaron a una de las viviendas, desplazaron a una mujer y a su hija menor de edad, y asesinaron a cuatro de los trabajadores del predio.

“Al parecer los dueños de la finca estaban pagando extorsión a los Caparros de un millón de pesos mensual y luego del combate, los del Clan habrían asesinado a estas personas por una supuesta retaliación por colaborar con sus enemigos”, relató una fuente judicial a este diario.

Las víctimas fueron identificadas como Alexánder Fabio López Rivero de 41 años, Gabriel Enrique Ávila Montalvo de 51 años, Wilberto Manuel Beltrán Roqueme de 48 años y William Antonio Beltrán Carrillo de 23 años.

Conflicto que no para

La guerra entre los Caparros y el Clan del Golfo, que se disputan el territorio del Bajo Cauca antioqueño y sur de Córdoba, lleva más de dos años. Los municipios más afectados por este conflicto son Tarazá y Cáceres en Antioquia y San José de Uré en Córdoba.

Ejército, Policía y Fiscalía afirman que la lucha es por las rentas ilegales que brindan los cultivos de uso ilícito, la extorsión y la explotación ilegal de yacimientos mineros.

Esta guerra ha generado gran cantidad de desplazamientos en la región, siendo el municipio de Tarazá el más perjudicado. Según la Unidad para las Víctimas, en esa población, se registraron entre 2018 y el 22 de enero de 2020, nueve eventos que afectaron a 282 familias, es decir, 829 personas.

Tanto Ejército como la Policía reforzaron su presencia en el Bajo Cauca y bajo una orden presidencial, el objetivo es aumentar las operaciones contra estas estructuras armadas. Se estima que en esa subregión de Antioquia, hay por lo menos seis mil integrantes de la Fuerza Pública.

Fuente: http://bit.ly/2whRM04

En Ituango, Tarazá y Cáceres la alcaldía se definió “por un pelo”

 

El electo alcalde de Ituango, Edwin Mauricio Mira del Partido de la U resultó favorecido en las urnas por 18 votos frente a su contrincante Ana Catalina Sucerquia de Cambio Radical.

Al cierre de las votaciones Mira obtuvo 1.651 sufragios (23,06 %) frente a 1.633 de Sucerquia (22,81), informó la Registraduría Nacional del Estado Civil.

En la localidad estaban habilitados para votar 17.906 personas, pero solo acudieron a las urnas 7.673.

Bajo Cauca y Urabá

Otro resultado apretado se observó en Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, donde el mandatario que se posesionará el próximo primero de enero, Héctor Giraldo de la Coalición de un Movimiento Comunitario y el partido Conservador le ganó por 13 votos al contabilizar 3.928 frente a Miguel Gómez del partido Liberal que obtuvo 3.915.

También en Cáceres, Bajo Cauca, doce votos de diferencia le dieron la alcaldía Juan Carlos Rodríguez del partido Liberal (3.847), frente a Damiana Monterrosa del Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia (3.835).

En Murindó, Urabá antioqueño, ganó Nafel Palacios Lozano de la Coalición Murindó es el Cambio Ahora, quien obtuvo 1.057 votos (49,41 %), frente a su opositor del liberalismo Joaquín Perea por quien se contabilizaron 929 sufragios (43,43 %), es decir que la diferencia fue de 128 votantes.

Fuente: http://bit.ly/349UjFm

Capturan en Cáceres a cinco personas vinculadas con la Alcaldía

Cinco personas fueron capturadas en el municipio de Cáceres, Antioquia, zona del bajo Cauca, entre ellos tres funcionarios de la Alcaldía local, al parecer por estar vinculados con hechos delictivos en la Administración municipal, cuyo alcalde elegido en las pasadas votaciones, José Mercedes Berrío, también está preso.

Caracol Radio conoció que en otra localidad del bajo Cauca antioqueño fue capturado el exsecretario de gobierno de esa población Rafael Enrique Sánchez Yabur, quien también fungió como alcalde encargado de Cáceres, cuando fue detenido y empezó el proceso al alcalde Berrío por nexos con bandas criminales.

En las últimas horas también fue detenido por las autoridades judiciales y de policía el tesorero municipal, Johan Surney Altamiranda Palacio, y el Coordinador de la Casa de Justicia Luis Aguirre, entre otros.

Alcalde está preso

En las últimas elecciones para alcaldes en el país, el municipio de Cáceres eligió como mandatario local a José Mercedes Berrío Berrío, del Partido de la U., para el período 2016-2019.

En su hoja de vida, el alcalde Berrío Berrío detalló que fue Concejal del Municipio de Cáceres 1995-1997 y 1998-2000, Presidente del Concejo de Cáceres 1999, había sido Docente y se desempeñó además como Presidente de Junta de Acción Comunal, y Sensibilizador de comunidades en la sustitución de cultivos ilícitos.

Sin embargo, a finales de enero de 2018, el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía lo capturó en Medellín cuando adelantaba diligencias en el Centro Administrativo la Alpujarra, donde funcionan la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia.

El alcalde José Mercedes Berrío Berrío era requerido por el delito de concierto para delinquir agravado, y según el comunicado de la Fiscalía, “la captura tiene que ver con presuntos nexos con el frente Virgilio Peralta del Clan del Golfo que delinque en el Bajo Cauca”.

Fuente: http://bit.ly/2mcSyXB

Campesinos de Cáceres exigen cumplimento del PNIS

La Caravana Humanitaria por la Paz recorrerá el municipio de Cáceres y llegará hasta el corregimiento El Tigre, una de las zonas más violentas en los últimos años en la subregión del bajo Cauca.

Allí líderes sociales del resto de Antioquia, ONG's y con el acompañamiento de la ONU, escucharán las exposiciones sobre los problemas más urgentes de la población, que demandan soluciones inmediatas.

Como en los demás municipios ya recorridos por la caravana -Valdivia y Tarazá-, allí, en El Tigre, se han observado dos problemas puntuales, entre muchos. Uno está ligado con las condiciones de seguridad, y el otro con el supuesto incumplimiento del Gobierno Nacional con el programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, PNIS.

Según la denuncia de los campesinos, a través de Caracol Radio, y en las reuniones con líderes de la Caravana, estas familias “están aguantando hambre por esta conducta del actual presidente Iván Duque”.

"Es un territorio donde el gobierno no ha cumplido y el campesino está sufriendo bastante y económicamente no tiene con qué sobrevivir. Lo otro es la seguridad del territorio, aunque en los últimos días ha estado bastante calmado", confirmó a Caracol Radio, Horacio Rendón, líder social de Cáceres.

Finalmente, destacó la iniciativa de la Caravana por la Paz, y reconoció que el Bajo Cauca “es un territorio bastante olvidado por el Estado”, y admitió que estos espacios son propicios para visibilizar los problemas, y lo más importante, para que el Gobierno Nacional ‘se toque el corazón y vuelque la mirada a Cáceres’", remarcó el señor Rendón.

Fuente: http://bit.ly/32aBSzc

Hombres armados masacraron a cuatro personas en una tienda de Cáceres

Cuatro personas resultaron muertas tras un ataque armado que se registró en horas de la noche del domingo en zona rural del Bajo Cauca antioqueño.

Hombres vestidos con uniformes azules y chalecos del Gaula llegaron fuertemente armados hasta un local comercial del corregimiento de Guarumo, en jurisdicción del municipio de Cáceres, y abrieron fuego contra varias personas que allí departían.

Los individuos descargaron sus armas y además lanzaron una granada contra el inmueble, y posteriormente huyeron.

Como resultado del hecho, cuatro personas perdieron la vida, mientras que dos más resultaron heridas y se recuperan en un hospital.

La Fuerza Pública hizo presencia en el lugar e indicó preliminarmente que todo podría tratarse de una ‘vendetta’ entre los grupos delincuenciales del Clan del Golfo y Los Caparrapos.

Fuente: http://bit.ly/2XlftgB

En Valdivia y Cáceres, le quemaron laboratorio y depósito ilegal de drogas al Eln y el Clan del Golfo

Un laboratorio utilizado para el procesamiento de pasta base de coca, ubicado en la vereda El Raudal, municipio de Valdivia, fue destruido. De igual manera, las autoridades lograron la ubicación y destruición de un depósito ilegal utilizado para el almacenamiento de esta sustancia en la vereda Anará, municipio de Cáceres.

Como resultado fueron incautados 35 kilos de pasta base de coca, 400 kilos de hoja de coca, 156 galones de acpm, 200 galones de gasolina, entre otros insumos para el procesamiento del alcaloide.

Esta operación logra afectar así las finanzas del Clan del golfo, “subestructura Julio César Vargas” y de la compañía “Héroes de Tarazá”, del Grupo Armado Organizado Eln.

19 miembros de una familia se desplazaron por amenazas en Cáceres

En un bus contratado por la Mesa de Víctimas, 19 integrantes de una familia tuvieron que abandonar sus viviendas en el barrio Villa del Río en el municipio de Cáceres, por el inminente riesgo en el que se encontraban.

Según las mismas denuncias, las víctimas han recibido reiteradas amenazas de parte grupos armados de la zona.

El temor de la familia se profundizó porque recientemente hallaron el cuerpo sin vida de una persona aún no identificada en el río. Por lo que decidió advertir a las autoridades y desplazarse forzosamente de sus viviendas.

En el bus se embarcaron la abuela, los hijos y algunos nietos, acompañados por la Policía y la Personería para garantizar la seguridad de la familia.

El personero de Cáceres, Ánderson Piedrahita, aseguró que las 19 personas fueron sacadas del municipio hacia otro lugar confidencial en Antioquia.

"El sitio no se lo puedo decir porque es reservado, pero la familia tomó la decisión de no quedarse en el municipio. Decidió irse del municipio porque se sentía en riesgo y lógicamente cuando una persona se siente en riesgo, hay que establecer sus garantías", agregó el representantes del Ministerio Público.

Las autoridades también adelantan una investigación para establecer cuál grupo armado  y por qué razones habría amenazado esa familia.

Versiones preliminares señalan que todos estos hostigamientos serían represalias por capturas de integrantes del Clan del Golfo y los Caparrapos en la zona, resultado de los intensos operativos de la Policía y el Ejército.

Al igual que esta familia, más de 10.000 personas han sufrido el desplazamiento forzado en el Bajo Cauca. De estas, unas 4.800 desplazados han huido a la capital antioqueña.

Fuente: http://bit.ly/2BVUp7Y

Joven indígena completa una semana desaparecido en Cáceres

El indígena Luis Fernando Peñate, de 28 años de edad, miembro del pueblo Senú en Cáceres (Bajo Cauca antioqueño), completó una semana desaparecido. El hombre fue visto por última vez en la vereda Bolo de Yuca, en límites entre Cáceres y Zaragoza. 
 
El consejero de la Organización Indígena de Antioquia, (OIA), Richard Sierra, confirmó que el joven se dedicaba a la venta de paletas, no había reportado amenazas en su contra, ni se conocía que estuviera en “malos pasos”. 

Los miembros de la comunidad indígena convocaron para este miércoles 14 de noviembre, a una marcha en el corregimiento de Guarumo, para demostrar que"los pueblos indígenas son pacifistas y merecen vivir sin ser intimidados".
 
Según la OIA, en el momento de su desaparición, el joven portaba un buzo color café, una camiseta blanca y se movilizaba en una motocicleta. Es padre de tres hijos menores de edad. 

Sus familiares ya interpusieron la denuncia ante la Fiscalía, pero hasta ahora no ha recibido ninguna información sobre su paradero.
 
Desaparecidos en Colombia
 
El director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Valdés, reveló que entre 2008 - 2018, en Colombia fueron reportados 73.000 casos de desaparición,de los cuales 27.229 corresponden a menores de edad.  

Según el Instituto, el 61,8 por ciento continúan desaparecidos, mientras que el 5,3 aparecieron muertos.

El informe fue revelado en el marco del Día Internacional de los Desaparecidos y hace parte de un estudio realizado durante los últimos  años. 

En lo que va corrido de este 2018, se conoce un registro de 3.643 desapariciones en Colombia, de los cuales han aparecido vivos el 2.7 por ciento y el 37 por ciento muertos. Sin embargo, siguen desaparecidos más del 60 por ciento. 

Fuente: http://bit.ly/2K3uNIU

Duque convocó consejo de seguridad en Caucasia por crisis de orden público

El presidente Iván Duque tenía en su agenda de este jueves ir a Cartagena para participar en el Congreso Internacional de Transporte de Carga. Sin embargo, canceló ese viaje y convocó a un consejo extraordinario de seguridad en Caucasia, Bajo Cauca Antioqueño, luego de que el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, le enviara el martes pasado una carta pidiéndole ayuda por la situación de orden público.

El objetivo del consejo de seguridad es tomar medidas ante los problemas de seguridad en la subregión de Antioquia, donde, según el gobernador, hay un aumento de homicidios este año del 210 %. Se trata de una región donde coinciden el Clan del Golfo y Los Caparrapos, el ELN y las disidencias de las Farc, dedicados a la minería ilegal, el cultivo de hoja de coca, la extorsión y la venta de alucinógenos.

En el consejo de seguridad, además, se va a responder por la denuncia y las quejas con el programa de sustitución de cultivos ilícitos. Según el gobernador, el Gobierno Nacional inscribió a 12.000 familias al programa de sustitución y ahora les ha incumplido con el pago, lo que habría incrementado las amenazas por parte de los grupos delincuenciales.

Al consejo de seguridad asistirá el presidente, su ministro de Defensa, la cúpula militar, las autoridades departamentales y los alcaldes de la subregión. 

 

Homicidios en Bajo Cauca antioqueño subieron 200 por ciento

En una carta dirigida al presidente Iván Duque, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, le pidió intervención de carácter urgente debido a la gravedad de la situación por la que está pasando el Bajo Cauca antioqueño, causada por la lucha de grupos ilegales como el 'clan de Golfo', los 'Caparrapos', el Eln y las disidencias de las Farc.

Según cifras compartidas por Pérez, la gravedad del asunto radica en que entre 2017 y 2018, los asesinatos aumentaron un 200 por ciento. El año pasado se presentaron 96 homicidios en esta región, mientras que hasta el 2 de octubre de este año, se registraron 298 muertes violentas.

En la misiva, el gobernador expone que la zona superó la capacidad del Estado para asumir el control de los territorios afectados por el crecimiento de cultivos ilícitos y de minería ilegal.

El funcionario le pidió al mandatario su accionar para mitigar la situación. "Los problemas criminales del Bajo Cauca necesitan intervención integral, pues además, las promesas del Gobierno Nacional de apoyar a los que erradiquen voluntariamente los cultivos ilícitos fueron un engaño y han creado un caos social que estimula con agresividad la ilegalidad", dicta la carta.

En el consejo de seguridad que tuvo lugar en la mañana de este martes 2 de octubre, el mandatario se refirió al hecho explicando que la situación de guerra que se presenta en el Bajo Cauca superó la capacidad de las fuerzas de seguridad nacional, por lo que considera que es un problema de carácter presidencial.

"El gobernador no puede crear más policía ni puede tomar decisiones que le corresponden a la Fiscalía General de la Nación, por eso pido intervención al Gobierno", manifestó el gobernador.

También aseguró que el próximo martes 9 de octubre serán convocados integrantes de Mineros S.A para identificar las zonas en las que operan maquinarias de extracción ilegal y comenzar a implementar acciones.

Fuente: http://bit.ly/2yfUfFv

Capturado en Cáceres señalado de cometer seis homicidios

Un señalado sicario fue capturado por la policía en el municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño. Según las autoridades, el sujeto es señalado de participar al menos seis homicidios en dicha localidad.

Contra el capturado de 22 años de edad existe una orden judicial para responder por el delito de homicidio agravado.

Fue dejado a disposición de la autoridad correspondiente.

Atacan a grupo de erradicadores de cultivos ilícitos en Cáceres

Según la Policía en Antioquia, hombres adscritos a la Unidad Antinarcóticos avanzaban en la erradicación manual de cultivos cuando fueron atacados con arma de fuego.

Los uniformados respondieron al ataque y posteriormente inspeccionaron la zona y encontraron material explosivo y 14 minas antipersona.

El día de ayer, un reducto del ELN atacó una patrulla en la vereda El Dorado de Cáceres. Este hostigamiento se realizó en un lapso de 15 minutos. Al verificar la zona se constató que se encontraban instalando artefactos explosivos y minas antipersona”, declaró el coronel José James Roa, jefe de erradicación manual.

Fuente: http://bit.ly/2Nccaq1

En el Bajo Cauca hay que ser ciego, sordo y mudo

Este año han asesinado a ocho líderes sociales en el Bajo Cauca antioqueño: cuatro en Cáceres, dos en Caucasia y dos en Tarazá. Pero ellos no son los únicos muertos. Van 334 homicidios.

Entender las causas de la muerte allí es tan complejo como entender el contexto de una subregión que vive disputas entre grupos residuales de las AUC, brazos armados del ELN, el proceso de reinserción de las Farc y un proyecto para sustituir cultivos de coca voluntariamente.

Mientras, sus habitantes sufren no solo las consecuencias de esos problemas, sino también los coletazos de la emergencia en Hidroituango, y su economía (cuyo motor es la minería informal) cada vez se atranca más.

Una estela de guerra

Siete horas en bus de Medellín a Caucasia. En el camino se pasa de largo por Valdivia, Tarazá y Cáceres, donde está el 70 por ciento de la coca de Antioquia.

En las extensas zonas rurales que separan los cascos urbanos, dicen los que saben que se encuentran los grupos armados que desde hace más de veinte años se disputan o se comparten el control de una de las zonas más geoestratégicas para el tráfico de los negocios ilícitos en Colombia.

Grupos que están expulsando gente: las cifras de la Alcaldía de Medellín, a donde suelen huir los desplazados antioqueños, muestran la llegada de 3.336 desplazados del Bajo Cauca entre enero y junio de este año.

Tarazá es el municipio más expulsor con más de dos mil personas que arribaron a la ciudad, casi el mismo número de las que salieron del municipio, una cifra que venía bajando desde 2013, cuando tuvo 2.475 mil expulsados, según el Registro Único de Víctimas. En lo que va del año, el número de desplazados superó el de todo el 2017 en un 485 por ciento.

Pero a Medellín no llegan ni la mitad de los desplazados de Cáceres, que son 2.571 en lo que va del año; y de Caucasia han llegado a la capital 368 personas de las 591 que han huido del municipio.

Allí son más los que se quedan.

Un señor de 60 años, nativo de Caucasia, me dijo: “He visto peores tormentas en todos los años que he vivido acá”.

La última la vivió entre el 2008 y el 2012, pues luego de la extradición de Macaco y Cuco Vanoy, mandos importantes de las AUC en la subregión, se disputaron el control las Águilas Negras, aliados con los Caparrapos, y Los Rastrojos.

En 2010 hubo más de 40 ataques con granadas o petardos en lugares de comercio de Caucasia, según el Distrito de Policía Especial para el Bajo Cauca. Ese mismo año fue el de más homicidios en la historia del municipio: 128; y el de más desplazamientos en la subregión con nueve mil en los últimos diez años, según el Registro Único para las Víctimas (RUV).

Fue una guerra muy parecida a la que se vive ahora.

Luego, la región vivió una tensa tranquilidad desde 2012 cuando las Águilas Negras y Los Rastrojos llegaron a un acuerdo para unirse y convertirse en los frentes Julio César Vargas, Francisco Morelos Peñalta y el de Virgilio Peralta Arenas adscritos a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Se rompió cuando este último, más conocido como los Caparrapos -dicen que porque varios de sus miembros iniciales venían de Caparrapí, en Cundinamarca-, decidió declararse disidencia a finales del año pasado.

Tener la suerte de que la guerra no te toque

 

 

La nueva guerra empezó con alertas.

En la madrugada del 29 de diciembre del 2017 estalló un artefacto en Bora Bora, una de las discotecas más grandes de Caucasia, que dejó 39 heridos.

En enero, hombres armados llegaron a siete veredas de Cáceres para anunciar enfrentamientos y pedirle a los habitantes abandonar sus casas, por lo que se desplazaron 356 personas, el primer desplazamiento masivo de los cinco que se dieron ese mismo mes dejando 1.695 personas afectadas, según alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo.

¿Quiénes corren peligro?

En Caucasia, la respuesta del señor del mototaxi, de la señora que atiende en la cafetería, de líderes, fuentes oficiales y conocedores del municipio coinciden: “la persona de bien, vive bien”, “si no te metes con ellos, puedes estar tranquilo”.

Según fuentes de la Policía, los 94 homicidios registrados en Caucasia este año hasta el viernes 27 de julio, son fruto de la guerra entre el Clan y los Caparrapos, y por eso las víctimas eran, en su mayoría, vendedores de drogas, campaneros, extorsionistas, sicarios, paga diarios y colaboradores de esos dos grupos.

Pero el riesgo no solo es hacer parte de ellos.

La noche en la que asesinaron a Robert Jaraba, uno de los ocho líderes asesinados en el Bajo Cauca, un familiar le recomendó no salir de fiesta porque la ciudad estaba peligrosa. “Yo no le debo nada a nadie”, respondió.

Y no es la única historia. Dos líderes del municipio recordaron el homicidio de Juan Carlos Zabala en enero, un joven que nada tenía que ver con las bandas del barrio, pero al que le dispararon poco después de haber denunciado en la Policía una olla cerca de su casa.

“Si te matan a un ser querido, llóralo, entiérralo y no más”, explica una líder que recuerda que en alguna ocasión quiso convocar una marcha por la vida, pero rápidamente le llegaron rumores de que era mejor que no lo hiciera.

Rumores, eso es lo que llega y es suficiente para causar temor y coartar a las personas. Un enlace de la Mesa de Víctimas de Caucasia contó que su trabajo se ha apaciguado desde que empezaron los ataques a líderes sociales. No han querido moverse ni hacerse visibles pues, aunque no han recibido amenaza directa, el miedo está.

Además, sus dos hijas tuvieron que desplazarse a Medellín: una fue abordada por dos hombres en una moto que “se burlaron de ella por ser lesbiana” y le advirtieron que no la querían ver en la ciudad. La otra, luego de ver cómo un conocido suyo le disparó a un hombre, decidió irse por temor a que tomara represalias en su contra.

Otros enlaces de la Mesa de Víctimas que lideraban los temas de jóvenes y desaparición forzada salieron de Caucasia porque sentían miedo de realizar su trabajo allí, según esta fuente.

La muerte no solo llega por ser líder

En esa revuelta murieron Ana María Cortés, en Cáceres; y Robert Jaraba, en Caucasia. Son los dos asesinatos de líderes más recientes, en el mes y medio que va después de la segunda vuelta presidencial. Ella, líder política; él, líder sindical.

Ana María Cortés fue asesinada el 4 de julio a eso de las 7 de la noche a la entrada del pueblo, en una cafetería que visitaba diariamente. Robert Jaraba, cerca de la medianoche del 16 de julio, en Noche de Reinas, uno de los dos burdeles más conocidos de la ciudad.

Ambas muertes se enmarcan en la guerra que se anunció a finales del año pasado.

Que eran líderes es una realidad.

Cortés lo fue en la campaña de la Colombia Humana en Cáceres, coinciden las personas que acompañaron el nodo en el pueblo y Edith Navarro, encargada de la campaña en el Bajo Cauca.

Era más que una colaboradora: convocó, organizó y compartió la propuesta de Petro en el casco urbano, además de ser testigo electoral en las votaciones.

Sin embargo, ni ella ni su grupo de seis personas en la Colombia Humana recibieron amenazas en medio de la campaña; no hubo denuncias de constreñimiento y ni siquiera quienes se adentraron a las zonas montañosas, donde hay mayor presencia de ilegales, recibieron un mensaje negativo por esa actividad.

“No le conocimos un contexto muy profundo de ser líder social, a ella le gustaba más eso de la política” dijo un cercano suyo, que habló, como la mayoría de fuentes de esta historia, bajo la condición de proteger su identidad por miedo a la violencia.

Lo confirmaron dos personas más que viven en el pueblo hace más de diez años.

El personero Anderson Piedrahita corroboró que Ana María no hacía parte de ninguna asociación o junta de acción comunal. Pero con fechas imprecisas, se sabe que trabajó en la Personería de la alcaldía de Davinson Correa (2008-2011), para quien también hizo campaña en su momento.

Durante la emergencia de Hidroituango en mayo, tomó la vocería en el punto de encuentro dispuesto en Cáceres para los afectados exigiendo ayudas humanitarias.

La líder de la Colombia Humana, según cinco fuentes, había vuelto a su pueblo a principio de este año, pues en los últimos dos se había desplazado a Medellín por amenazas que no pudimos identificar.

Una fuente cercana a ella contó que desde entonces la Policía la perseguía y la abordaba en la cafetería que visitaba a diario en Cáceres. Piedrahita confirmó que Ana María hizo dos quejas por malos procedimientos policivos, pero que en ninguno expresó amenazas de la institución.

Uno de sus amigos más cercanos nos dijo que dos días antes de su muerte le comentó que había regresado al pueblo porque quería saludar a su familia, pero que sabía bien que no podía volver, y por eso pensaba dejar el municipio lo antes posible. No alcanzó.

Por su parte, Robert Jaraba también era reconocido como líder en Cerro Matoso, empresa para la que trabajó 16 años en Montelíbano, sur de Córdoba, donde se vive una guerra muy parecida a la del Bajo Cauca como contamos. Pero visitaba con frecuencia Caucasia, que queda a menos de una hora, pues allí nació y vive la mayoría de su familia.

Jaraba, quien era operador de máquinas en la Mina e hizo parte del Comité de Certificación del Sena que capacitó a unos 140 trabajadores de la empresa, fue uno de los fundadores del sindicato Sintramineros en 2012.

Como en el caso de Cortés, sus compañeros del sindicato y familiares niegan que su papel ahí fuera fruto de incomodidad para alguien.

“A él no le gustaba enfrentarse y pelear con los directivos, sino más bien encontrar soluciones prácticas para ambos”, dice uno de sus seres más queridos.

Aunque tenía una lucha por tierras, no era un líder de ese sector.

Desde diciembre del 2017 llevaba el proceso de reclamación de un predio llamado Las Delicias, en la vereda La Mojosa, Cáceres, que le despojó el exparamilitar ´Macaco’ a su padre Atilano en 1998.

Según la Unidad de Restitución de Tierras, no manifestó amenazas por esa actividad; de hecho, era el único entusiasmado de la familia porque creía que ya estaban cerca de recuperar su finca, aunque el proceso apenas está en estudio formal.

Sus más allegados también desmienten lo que se difundió en prensa sobre un ataque personal que recibió semanas antes de su muerte. El hecho fue en enero; dos hombres en moto le tiraron una piedra al ventanal de su casa en Montelíbano. Nunca pudieron identificar el porqué.

En los dos casos, las autoridades dicen por fuera de micrófonos que los asesinatos no se deben a su condición de líderes.

Información extraoficial de la Policía arroja que Cortés estaba siendo investigada por pertenecer al Clan del Golfo y tenía un hijo en la organización criminal. Efectivamente, a los trece días del homicidio, el Ejército capturó su hijo, Camilo Andrés Chaverra Cortés, presunto integrante del Clan del Golfo.

Esa versión responsabiliza la muerte de Cortés a los Caparrapos, grupo para el que supuestamente ella trabajó en el pasado, antes de abandonar el pueblo, hace más o menos dos años.

El Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, aseguró que tienen pruebas contundentes de que el autor del crimen sería alias “Jonás”, líder de los Caparrapos.

Según esta misma fuente, hay indicios de que la muerte de Robert tuvo que ver con su hermano Anuar, quien es el cuñado de alias Carlitos, un caparrapo de Caucasia que fue herido de bala el 14 de julio y murió el mismo día que el líder de Cerro Matoso.

La teoría que comparten algunos familiares es que al que querían matar era a su hermano y pudo ser un error porque los dos se parecían físicamente. Ninguno se imaginó que Robert pudiera morir de esa forma, “él siempre le huía a los problemas”.

Esta semana la Policía capturó al presunto asesino: alias Cristian, quien se desempeñaba como sicario de los Caparrapos en Caucasia, según las autoridades.

Pero el liderazgo vulnerado en el Bajo Cauca va más allá, y se concentra más que todo en las veredas, entre cultivos de coca y el asedio de Clan del Golfo y los Caparrapos.

Fuente: http://bit.ly/2NVhDia

Tarazá y Cáceres bajan de alerta roja a naranja por Hidroituango

El director de la Unidad para la Gestión del Riesgo, Carlos Iván Márquez, reveló que las poblaciones del corregimiento de Puerto Antioquia a Tarazá pueden retornar a sus hogares.

Este anuncio se hace teniendo en cuenta que el nivel del alerta en la zona, por la emergencia de la hidroeléctrica Ituango, pasó de rojo a naranja según las mediciones hechas por la entidad.

Márquez también reporta que se bajó el nivel de alerta desde Caucasia hasta el municipio de Sucre, en el departamento de Sucre, en los siguientes municipios:

  • Nechí
  • San Jacinto del Cauca
  • Guaranda
  • Achí
  • Ayapel
  • San Marcos
  • San Benito Abad
  • Majagual
  • Magangué
  • Caimito

Cabe destacar que la alerta naranja que tenían pasa a amarilla, lo que significa el más bajo nivel  de prevención.

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